viernes, 10 de noviembre de 2017

La “lavajatización” de la justicia argentina


Las prácticas judiciales de la Lava Jato, que según reveló wikileakes habría tenido su know-how en Rio de Janeiro en 2009 – en el proyecto “Pontes” mediante el cual norteamericanos habrían instruido operadores jurídicos de Brasil, Paraguay, Costa Rica, Méjico y Argentina- parecen haber desembarcado definitivamente en los tribunales federales argentinos. Es lo que demuestran las prisiones preventivas del diputado federal y ex ministro de Néstor y Cristina Kirchner, Julio de Vido, y del exvicepresidente Amado Boudou.
                    
   Al desafuero “exprés” del ex ministro Julio de Vido y su consecuente prisión preventiva, televisada en tiempo real por los medios hegemónicos de comunicación, le siguió la no menos escandalosa prisión preventiva del exministro de economía y exvicepresidente Amado Boudou.

   Lo llamativo de la medida privativa de la libertad es que el fiscal no había
Amado Boudou
pedido ni siquiera el procesamiento. El Juez Ariel Lijo, dos días después de haber “aparecido” en una lista de jueces que serían denunciados por el gobierno por demorar causas, decreta esta inédita medida y, como es de praxis, los medios hegemónicos se encargaron de mostrar los humillantes procedimientos a los que sometieron al exfuncionario público (mostrarlo descalzo, escudriñar su intimidad, etc.).

  
   Pero lo realmente inédito en este accionar es que, como ocurre en Brasil, específicamente en la “operación Lava Jato”, la fundamentación de la medida restrictiva de la libertad es genérica y no se corresponde con la realidad fáctica. El hecho de haber ocupado altos cargos de gobierno es suficiente para que los jueces brasileros y argentinos priven de la libertad a los imputados.

    La prisión preventiva, según el derecho positivo de Brasil y Argentina – reforzado por las disposiciones internacionales que también tienen fuerza de ley en ambos países- es de carácter excepcional y sólo puede decretarse en caso de peligro de fuga o de obstaculizar la prosecución del proceso, lo que no se ve  en los procesos juzgados por los jueces Moro y Lijo en Brasil ni en Argentina respectivamente. Y la figura de la “asociación ilícita” que arbitrariamente les adjudican a los imputados, parece otra contribución del juez de Paraná al accionar de la justicia en Argentina y el resto de América Latina como denunció el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
  

¡Que lo disfruten!





PARA ENTENDER MÁS: El penalista, exjuez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina y actual miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Eugenio Raúl Zaffaroni, alertó sobre el contexto de persecución en el que se detuvo a Boudou.


El ex juez de la Corte Suprema advirtió en diálogo con la AM 750 que el país atraviesa "un momento de regresión institucional", con "procedimientos de tipo mafioso". "Estamos viendo una presión sobre jueces díscolos", agregó y explicó que se dictan “prisiones preventivas con el pretexto de que pueden perjudicar el avance de la investigación, cuando los hechos que se denuncian son de prueba documental”.

El ex ministro de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni sostuvo que la insólita detención del ex vicepresidente Amado Boudou, concretada esta mañana en línea con la persecución hacia ex funcionarios de la gestión anterior, es parte de “una serie de
Eugenio Raúl Zaffaroni
shows judiciales y procedimientos de tipo mafioso” que prueban que en la Argentina “se va cayendo a pedazos el Estado de derecho”.


“Se nos está derrumbando la República aceleradamente”, alertó el ex juez durante una entrevista con Víctor Hugo Morales por la AM 750, en la que también puso en tela de juicio el argumento de “entorpecimiento a la investigación”, con que el juez Ariel Lijo y otros magistrados que privaron de la libertad a ex funcionarios imputados justificaron detenciones sin sentencia.