sábado, 3 de septiembre de 2016

Los peligros del TTP Tratado Transpacífico


Con la victoria de Mauricio Macri en Argentina y la destitución de Dilma Rousseff en Brasil, la entrada de ambos países al Tratado Transpacífico parece un plan ya trazado. En este encuentro vamos a ver cuáles son los peligros de adherir a dicho acuerdo internacional.

   Como habíamos visto en el encuentro anterior, el cambio de orientación en la política exterior del Brasil de Michel Temer y la Argentina de Mauricio Macri, específicamente, la ruptura de la orientación sur-sur y su nuevo direccionamiento hacia el norte, tienen al TTP (Tratado Transpacífico) como meta inmediata.
Con la destitución parlamentaria de la presidenta electa Dilma Rousseff y la consolidación de Michel Temer en la presidencia de Brasil, con la designación de José Serra como canciller, el acercamiento a los Estados Unidos es un hecho. Y ello nos hace pronosticar que el gobierno brasileño seguirá los pasos del gobierno argentino e intentará ingresar en el Tratado Transpacífico –TTP -.
En el encuentro anterior habíamos visto cómo este acuerdo internacional podía ser perjudicial para los trabajadores, principalmente para los de los países menos desarrollados; hoy vamos a ver, por sugerencia de algunos oyentes, más profundamente qué es este TTP del que poco se sabe.

¡Que lo disfruten!
 


El artículo comentado

por Osvaldo Di Prinzio

El diario argentino La Nación continua con su posición de favorecer las políticas decimonónicas. Utiliza para ello los mismos argumentos que se usaban para rechazar la limitación de la jornada en 8 horas. Tanto atrasan que sus argumentos podrían decirse que son del siglo XIX: "..que ya no pueden acceder al plus salarial correspondiente para incrementar sus ingresos, los efectos se traducen en menos oportunidades de trabajo y, muy probablemente, en cesantías y despidos..." o, traduciendo, tenés que trabajar todos los días, no importa que el domingo sea un día de descanso, y calladito, si no a la calle. Y si se vende menos no es por la crisis económica en que nos encaminó el nuevo gobierno, es porque los trabajadores quieren descansar el domingo, tan antiguo este descanso como la misma Biblia. ¿Qué le pasa a este diario (por los último dichos del presidente, parecería que con un mismo norte -nunca mejor usada la palabra norte-) que dos días seguidos ataca los derechos de los trabajadores que costaron años y vidas para conseguirse, para querer borrarlo de un plumazo?  ALGO HUELE MAL EN DINAMARCA.