domingo, 25 de abril de 2021

Democracia y corrupción de la justicia

Contamos con la participación del exjuez Carlos Rozanski para analizar la judicialización de la política llevada adelante por la "Lava Jato" en Brasil y la "Mesa Judicial" en Argentina. 




   Analizaremos, junto al Dr. Carlos Rozanski, exJuez Federal, loa fallas de la justicia que permitieron la persecución judicial que llevó a cabo el gobierno de Mauricio Macri, en Argentina, y la “Lava Jato”, en Brasil, que condenó injustamente a Lula da Silva.   

   Las arbitrariedades de las causas penales en ambos países ahora sale a la luz por investigaciones periodísticas. En Brasil fue la cobertura denominada “Vaza Jato”, iniciada por el portal The Intercept Brasil que, junto con otros medios y periodistas, publicaron los mensajes que los fiscales y el controvertido exjuez Sérgio Moro mantenían en una red social, en los cuales quedaba demostrada tanto la persecución ilegítima como la connivencia prohibida entre juez y fiscal. 

   En Argentina, la connivencia entre Mauricio Macri y jueces y fiscales se hizo pública por medio de la investigación del portal de noticias El Destape Web. 

   También hablaremos de las elecciones de Ecuador, Perú y Bolivia y el futuro de los movimientos democráticos en América Latina.

        ¡Que lo disfruten!




    El programa también pude verse completo en YouTube:






NOTA RELACIONADA: A continuación reproducimos una parte de la excelente investigaciíón periodística realizada por Franco Mizrahi para el portal de Noticias El Destape Web que desvendó el escándalo judicial por la injerencia del expresidente Mauricio Macri.

Por Franco Mizrahi 

El hermano y la hija del excanciller Héctor Timerman, Javier y Jordana Timerman, pidieron la remoción de los camaristas de la Casación Mariano Borinsky y Gustavo Hornos por su “mal desempeño” en la causa del Memorándum con Irán. La presentación tuvo como disparador la información que surge de la Operación Olivos.



El hermano y la hija del excanciller Héctor Timerman, Javier y Jordana Timerman, pidieron la remoción de los camaristas de la Casación Mariano Borinsky y Gustavo Hornos por su “mal desempeño” en la causa del Memorándum con Irán. La presentación se hizo ante el Consejo de la Magistratura y tuvo como disparador la información que surge de la Operación Olivos, en la que este medio reveló que Borinsky y Hornos –ambos integrantes de la Cámara Federal de Casación Penal- estuvieron durante el gobierno de Cambiemos en la residencia presidencial antes de fallar en sintonía con los intereses del macrismo en causas paradigmáticas de persecución judicial. El caso que se abrió con la denuncia del fiscal Alberto Nisman no fue la excepción. Ya en noviembre de 2016 los dos jueces habían sido recusados en la causa del Memorándum pero rechazaron inhibirse y defendieron su imparcialidad. Nunca dijeron que estuvieron en la Quinta de Olivos.

En el escrito, que está dirigido al presidente del Consejo de la Magistratura Diego Molea, los denunciantes remarcaron los rechazos a las recusaciones de ambos camaristas que presentaron cuando se desarrollaba el caso, las visitas de Borinsky y Hornos a la Quinta de Olivos, el ocultamiento de estas visitas por parte del gobierno de Mauricio Macri y el interés del gobierno cambiemita en que la causa se reabriera.

“Efectuamos esta presentación en cumplimiento de la expresa solicitud que hiciera en vida Héctor Timerman, respecto a que, luego de su muerte, no dejásemos de buscar justicia para su nombre mancillado por una persecución judicial que, señalamos impactó de modo trágico y decisivo en su salud”, remarcaron Javier y Jordana Timerman. “Pero además señalamos que el nombre Timerman también es nuestro nombre. Y el de nuestros hijos. Y para nosotros también fue el agravio de la aberrante acusación de encubrimiento y traición a la patria por al que Héctor Timerman fue perseguido”, añadieron.

En la misma línea, recordaron que “la acusación de Traición a la Patria ya fue imputada a Jacobo Timerman”, es decir, al padre de Héctor y Javier y abuelo de Jordana. Esa acusación la realizó la última dictadura cívico-militar, que luego secuestró y torturó a Jacobo. Toda la familia Timerman se terminó exiliando.

Con el regreso de la democracia y con Jacobo ya fallecido, los hijos de Timerman fueron querellantes en el marco de la causa que concluyó con la condena de Christian Federico von Wernich, capellán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. “No es nuevo para nuestra familia afrontar el duro trance de buscar justicia para quienes son perseguidos, aun después de su muerte”, señalaron Javier y Jordana en la presentación ante el Consejo.

En el marco de la causa Memorándum con Irán, el 2 de noviembre de 2016, la defensa de Héctor Timerman reclamó el apartamiento de los jueces Hornos y Borinsky. Fue cuando la sala IV intervino para resolver en torno a “la duplicación ilegal de actuaciones sobre un mismo hecho que por entonces concretaba el interesado juez Bonadio”. Esa primera recusación fue rechazada por los propios Hornos y Borinsky el 4 de noviembre de 2016. En aquella respuesta, los dos camarista sostuvieron que “no cabía admitir que... pueda la defensa dudar de la imparcialidad” de ellos “debiendo continuarse sin más dilaciones con la tramitación del expediente”.

Pero Hornos y Borinsky también trataron el caso al subrogar en la sala I de la Casación. “A propósito de la intervención paralela que tuvieran esos mismos jueces Hornos y Borinsky, esta vez integrando además la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Federal, también la defensa de Héctor Timerman recusó, por los mismos motivos, el 4 de noviembre de 2016”, a ambos. El resultado fue el mismo. El 14 de noviembre de 2016, Borinsky y Hornos rechazaron apartarse del caso.

Con el camino así allanado, el 29 de diciembre de 2016 tanto Hornos como Borinsky resolvieron reabrir la denuncia que había hecho el fiscal Alberto Nisman que se había desestimado por inexistencia de delito en primera instancia, lo que luego fue ratificado por la Cámara Federal porteña.  Eta decisión fue tomada “apenas unos días antes de que concluía la subrogancia que ejercían temporariamente en esa Sala, apartando a todos los jueces que opinaban distinto a ellos”. Así, sirvieron el caso en bandeja a Bonadío.

Tal como publicó este medio, seis días antes de esta resolución, Borinsky había estado en la Quinta de Olivos. Era su sexto ingreso a la residencia presidencial desde la llegada de Macri al gobierno. Lo propio había realizado Hornos, tanto en Olivos como en la Casa Rosada.
También resaltaron los denunciantes que “esos encuentros se mantuvieron ocultos hasta ahora del conjunto de la sociedad y con ello también del conocimiento de las partes de los procesos en que esos jueces se interesaban en intervenir”.

En ese sentido, remarcaron que “indudablemente Héctor Timerman tenía el derecho a saber que, además de las causales objetivas de recusación de ambos magistrados, que fueron oportunamente invocadas, para ser rechazadas sin sustanciación por ambos existían además causales de otra índole, tales como las reuniones de los magistrados con el entonces titular del Poder Ejecutivo Nacional”.
En otro pasaje de la presentación se hizo hincapié en el interés del gobierno de Macri en la causa Memorándum: “Añadimos que el interés del Poder Ejecutivo de aquel entonces en el avance de la causa había sido hecho público y este se manifestó incluso celebratoriamente una vez que se dictó la sentencia que ordenó la reapertura de la causa que involucraba Héctor Timerman”. 

También se reseñó el interés del gobierno de Cambiemos en ocultar las visitas a la residencia presidencial que publicó El Destape. “La información relativa a las visitas de los magistrados aquí denunciados, Dres. Gustavo Hornos y Mariano Borinsky a la Casa Rosada y a la Residencia Presidencial de Olivos fue cuidadosamente mantenida en reserva por el Poder Ejecutivo Nacional de aquel entonces, que frente a la manda judicial de entregarla a una organización que la había requerido, entregó un listado parcial en el cual se omitieron cuidadosamente dichas visitas”, se señaló, en referencia al pedido de la ONG Poder Ciudadano, a la que el Ejecutivo le entregó una lista trucha, en la que se omitieron los nombres de muchos de los visitantes.