viernes, 9 de septiembre de 2022

Arte y denuncia social

Una charla amena con el grupo artístico-performático el “Rock de los Fachos”.  


    Con el grupo “El rock de los Fachos” de la ciudad argentina de Rosario, hablamos  acerca de cómo el arte puede poner en evidencia, de forma lúdica y divertida, el autoritarismo de un sector de la sociedad. Y también cómo, de esa manera, al develarlo se convierte en una herramienta performativa necesaria para combatirlo y buscar restablecer los consensos democráticos. 

Y analizamos la nueva embestida judicial contra Cristina Kirchner, los detalles de ese proceso kafkiano propio del lawfare y el apoyo político y la resistencia popular que ha despertado, y muchas cosas más...


 ¡Que lo disfruten!

Redes sociales del Rock de los Fachos 
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NOTA RELACIONADA: Si bien en América Latina el odio apunta contra un “otro” política (los “kirchneristas” en Argentina, los “correístas” en Ecuador, los “petistas” en Brasil, los “masistas” en Bolivia, etc.), hoy vemos en Europa un nuevo discurso que tiene al ruso (tanto gobernantes como ciudadanos comunes) y a lo ruso (literatura, música, etc.) como blanco del discurso de odio, lo que lleva a prácticas discriminatorias que violan hasta el viejo “ius gentinum” del Imperio Romano.

Por: Ramiro Caggiano Blanco

Todo el mundo sabe que Hitler culpó, infundada e injustamente, a los judíos de todos los problemas de Alemania. Y pasó de la retórica a la acción en lo que su gobierno siniestro denominó “La solución final” y que hoy se recuerda como una de las páginas más tristes e ignominiosas de la historia.

Pero parece que algunos mandatarios y mandatarias de algunos países, que vivieron de cerca esa traumática experiencia, no aprendieron la lección y hoy repiten la misma retórica de culpabilidad y exclusión, de forma atenuada, por cierto, ahora en relación a los rusos. Nos estamos refiriendo a los premieres de Ucrania, Letonia y Finlandia y al alcalde madrileño.

Empezando por Zelenski, quien declaró, en una entrevista al Washington Post, que “Occidente tiene que introducir nuevas sanciones y cerrar las fronteras para todos los rusos. No hay que separar a los que apoyan la guerra de los que están en contra de ella. A los que se han ido del país [Rusia] hay que obligarlos a volver al país [a Rusia]. Que lo entiendan. ¿Que toda la población no puede ser responsable? Sí que puede. La población ha elegido a ese gobierno y no lucha contra él, no le discute nada. Los rusos tienen que vivir en su propio mundo hasta cambiar su filosofía. Necesitamos una prohibición de entrada para todos los ciudadanos de la Federación Rusa al menos por un año”.  

Zelenski ciertamente no será nazi, pero gran parte de su discurso sí se coaduna, sin ningún tipo de cortapisas, con el discurso ultranacionalista que se ha estado creando, legitimando y naturalizando en Ucrania durante los  últimos 20 años. 

Y a él se le suman las primeras ministras de Finlandia y Estonia. La madataria finlandesa, Sanna Marin, considera que "no está bien que los rusos vivan una vida normal", porque "Rusia libra una brutal guerra de agresión agresiva" (redundancia incluida). Por su parte, su homóloga estonia, Kaja Kallas, cree que hay que prohibir la presencia de rusos en Europa porque "viajar a Europa es un privilegio y no un derecho humano".

El alcalde ultraderechista de Madrid, José Luis Martínez Almeida, no les va en zaga: proclamó, en un programa radial (que a la postre resultó ser una broma de humoristas rusos) “Creo que es necesario castigar a los BASTARDOS rusos aquí en Madrid”. 

Y cuando ya todo parecía excesivo, el canciller de Estonia, Urmas Reinsalu, decidió llevar a la acción la prédica de Kaja Kallas y prohibir el ingreso a dicho país báltico a los rusos.  Según Reinsalu, la medida entrará en vigor el próximo 18 de agosto, y que las únicas excepciones serán los empleados de misiones diplomáticas en Estonia y sus familiares, los trabajadores en el sector del transporte internacional de mercancías y pasajeros, y quienes participen en tareas humanitarias, así como los familiares cercanos de los estonios o de quienes tengan permiso de residencia permanente.

No estamos ni a favor ni en contra de la incursión rusa en territorio ucraniano iniciada el 24 de febrero, sin embargo nada justifica este tipo de discursos contra la población general de un país (en este caso, de Rusia) y por ello es imprescindible, a nuestro entender, desarticular ese tipo de discurso de odio, máxime cuando viene de altos mandos gubernamentales. La humanidad ya ha sufrido lo suficiente con este tipo de manifestaciones discursivas como para repetir la experiencia.